Lee poesía
2006
Angélica Ortiz López (Wixarika/Huichol – Jalisco)
Nemutatsuaka
Nemutatsuaka ’ena tetetsie nehakaitɨ
’ena netsuariya ’aixɨ ma’ane, ’aixɨ mɨtiutsuani,
nehɨxite ri kwinie mɨtihatɨka.

Tanaitɨ temuyetsuari hipatɨ kwinie hipatɨ yakɨ,
ne hikɨ kwinie nemɨreutsuamɨkɨ ’aimieme ’ena nemaka
netsuariyatsie ne’uyenieretɨ.

Heiwa tsepa pemɨkareutsuamɨkɨ pemɨtatsuaritɨarieni,
tsɨ tsuariya mɨtatsikuweiyane tanuiwaritsie tamɨiyatsie,

Tuukari mikaxuawe tsuaritsie mieme xeikɨa.
’Aimieme hikɨ nemutatsuaka mexi neyɨwe,
mexi nehamarike,
mexi nehɨxite katiwawe.

Tsuariya mɨkayutua,
maiwetɨ mɨ’ane, meiti’enietɨyeika xeikɨa kemi’ane mitatsuaka,
tsɨ ta’iyaritsiepaitɨ hatineikatɨ mɨ’ane
’aimieme xei ’ukai ’aixɨ retsuarietɨ ’aixi yeme kana’aneni.

Estoy llorando
Estoy llorando sentada aquí en esta piedra
el llorar aquí vale la pena, se llora bien:
mis ojos ya están hinchados.

Todos lloramos por algo; unos poco, otros mucho,
hoy, lloro sin dejar de mirar a través de mis lágrimas.

A veces no quieres llorar, pero te hacen llorar,
el llanto nos persigue y morimos con él.

No hay día especial para llorar.
por eso, hoy lloro, mientras puedo,
mientras sé llorar,
mientras mis ojos no se han secado.

El llanto no se vende,
el llanto es sagrado para aquel que lo llora,
y una lágrima bien llorada merece respeto por aquel que no la llora.

Claude Beausoleil (Francés – Canadá)
Quatre échos de l'obscur
Ces soir l’ivresse déteint
sur ma mémorie. Ce soir
d’autres voix sombrent
en moi, ailleurs. Pour
l’instant je préfère
mábandonner au vent,
une lézarde construit
les scènes et les rejets.
Ce soir, j’ invente le temps
en lueurs distillé.
Ce soir, j’ouvre les yeux
sur un passé d’ ombre

Les formes de l’oubli génèrent une obsesión.
D’entrée de jeu, je savais cette parole en échec.
Pour un instant, j’ai découvert le présent.
Tu étais sciemment appuyé au hasard

***

Ce soir le sommeil fuit
sous les ruptures. Ce soir
d’immenses écueils arrivent
en refleux, violents. Parts
d’instinct ils découvrent
les surimpressions du temps,
un mot ramène
le livre et ses feux
Ce soir se révèle la douleur
soulevée par les ans.
Ce soir écrit
que les mots ne savent rien.

La pensée permet aux images de rêver.
D’où naît le decir les pages s’élèvent noires.
Sous le ciel sans paroles il y a des horizons.
Trahi, tu crèves du murmure d’un mensonge.

Poemas de Cuatro ecos de lo oscuro
Esta noche la embriaguez impregna
mi memoria. Esta noche
otras voces zozobran
en mí, en otra parte. Por
ahora prefiero
abandonarme al viento,
una resquebrajadura crea
disputas y antagonismos.
Esta noche, imagino el tiempo
que en fulgores se destila.
Esta noche, abro los ojos
a la penumbra del ayer.

Las formas del olvido generan una obsesión.
Desde el principio, estuvo en jaque esta palabra.
Por un instante, descubrí el presente
A sabiendas te sostenías en el azar.

***

Esta noche el sueño huye
bajo los quebrantos. Esta noche
inmensos escollos llegan
en enérgico reflujo. Fragmentos
de instinto descubren
la superposición del tiempo,
una palabra hace renacer
el libro y su vehemencia.
Esta noche escribe
que las palabras nada saben.

El pensamiento permite que las imágenes sueñen.
De donde nace el deseo surge paginas sombrías.
Bajo el cielo sin palabras existen horizontes.
Traicionando, en el murmullo de una mentira te consumes.

Traducción de Silvia Pratt / Ediciones El Tucán de Virginia (2003)
Elsa Cross (Español – CDMX)
En Xochicalco
Vacas pastando entre las ruinas.
La milpa seca tiende un cerco amarillo.
Muros de niebla desvanecen los rumbos.
Ninguna flor se abre.
Zarzas se prenden en la ropa
y el jaguar devora el corazón.

Llovizna,
      ofrenda precaria.
Las gotas dibujan en los charcos signos fugaces--
No más fugaces que el día donde vimos
deshacerse entre las manos
como una urna antiquísima
      lo que más queríamos.

Vadeamos un río de niebla.

Púrpura,
faz cenicienta de la tierra.
Voces como alas de murciélago
por los desfiladeros de roca,
donde se juntan los cerros,
donde el viento corta
      con su filo de obsidiana.

Se ensancha el aire negro.
Enceguece la bruma,
se cierra alrededor del templo.
La misma bruma envuelve el corazón.

A más altura,
      más hondo bajo tierra,
por donde va la que recoge almas,
la que esparce cenizas.

Feliciano Sánchez Chan (Maya – Yucatán)
Nikte’ob
Pak’e’ex nikte’ob
Ichil tuláakal u táankabil k-otoch
Nukuch nikte’ob,
Mejen nikte’ob,
Ka’anal nikte’ob,
Kabal nikte’ob,
Aak’il nikte’ob,
Ki’ibok nikte’ob
Áak’ab nikte’ob.
Chupe’ex tuláakal táankab yéetel nikte’ob
Jóoyabte’exo’ob sáansamal
Bey ja’atzkab bey oknaj k’iin.

Ichil tuláakal u táankabil k-otoche’
Pak’e’ex sak nikte’ob,
Chak nikte’ob
K’aank’an kinte’ob
Chéelil nikte’obi’.

Jóoyabte’exo’ob ja’atzkab yéetel oknaj k’iin
Tia’al ka’ ki’ibokaankinak sáansamal,
Chupe’ex tuláakal táankab yéetel nikte’ob.

Flores
Siembren flores
En todo el patio de la casa,
Flores grandes,
Diminutas flores,
Flores altas,
De plantas chaparras,
Flores de lianas,
Olorosas flores,
Flores nocturnas.
Llenen todo el patio con flores
Y riéguenlas todos los días
Así en la mañana como en la tarde.

En todo el patio de la casa
Siembren flores blancas,
Flores rojas,
amarillas
Y flores color arco iris.

Riéguenlas mañana y noche
Para que estén olorosas todos los días,
Llenen el patio de la casa con flores.

Floriano Martins (Portugués – Brasil)
Estatuetas
Ser tua imagem sem causar-te aflição,
figurando em teu ser como o fogo.
Passas por mim e não me fraudas a dor,
em paz com o deus de tua morada.
Tu me deste o espírito e me deste o olho,
o côvado profundo em que me ponho
para que lutes com toda a força do nome.
Teu duplo refaz o que tive e vi e fui,
sombras cujos atributos conspiram ainda.
Uma delas mora na esquiva escuridão.
Outra se arrasta por rostos que recuam.
Haverá uma que me vê trazendo a noite.
São como palavras herdadas pelo fogo.
Por toda a terra vagam e nada cresce ali.
O nome é apenas parte de seu legado,
um dos símbolos da morte que entalham
em formas várias e suplicantes versos
que dizem o mesmo dá-me um caminho.
Figuras de pedra e madeira e porcelana,
as mesmas que temos sempre em casa
e que não deixam de bater o coração.
Tu és um pássaro e um sol e o túmulo
de um deus que imita o curso de teus dias.
Tua bela forma golpeia qualquer escriba
em tradução de trevas ou terra santa.
Passagem e selo abissal de toda crença.
O que buscas e o que o livro oculta
em linhas invisíveis a quem supõe sabê-las.
Estatuillas
Ser la imagen tuya sin causarte aflicción,
figurando en tu ser como el fuego.
Pasas por mí y no me ocultas un dolor,
en paz como el dios de tu morada.
Tú me diste el espíritu y me diste el ojo,
la caverna profunda en que me pongo
para que luches con toda la fuerza del nombre.
Tu doble rehaz el que tuve y vi y fui,
sombras cuyos atributos conspiran aún.
Una de ellas habita en la esquiva oscuridad.
Otra se arrastra por rostros que retroceden.
Una habrá que me verá trayendo la noche.
Son como palabras heredadas por el fuego.
Por toda la tierra vagan y nada crece allí.
El nombre es apenas parte de su legado,
uno de los símbolos de la muerte que graban
en formas diversas y versos suplicantes
que dicen también dame un camino.
Figuras de piedra y madera y porcelana,
las mismas que tenemos siempre en casa
y que no dejan de agitar el corazón.
Tú eres un pájaro y un sol y un túmulo
de un dios que imita el curso de tus días.
Tu bella forma golpea a cualquier escriba
en traducción de tinieblas o tierra santa.
Pasaje y sello abisal de toda creencia.
Lo que buscas y lo que el libro oculta
en líneas invisibles a quien supone saberlas.
[traducidos por Benjamin Valdivia]
Ismael García Marcelino (P’urhepecha – Michoacán)
Irekani
I
Ka enkani no kóntenapirinkani
t’únkeni terekuarherani
t’únkini jinkuni terekuarheni...

enkani no kuánkuarhenapirinkani
ják’i sapirhatini ma katsik’uni
t’únkini —sapinarhitu— uémpeni;

tsitsiki sapirhati p’untsuminturhu
tsintsunichani erarhutaatini
ka parakatechani erankuatini
úpirinkani
t’únkeni jinkoni uantontskuarheni.

Nak’irukari iauani japirinka
ménkuri juchiti mintsitarhu
—Irekani—,
japirinka.

¡Acha Kuerap’iri jimpo:
diósimeiamu
jimpokakeni úk’a sáni kamanarhini!

Irekani
I
Y si no me fuera dado
crear tu risa
reír contigo...

si no me fuera concedido
una mano así, pequeña, tomar
a ti —carita— quererte;

en el perfume de las flores
mirando ahí los picaflor
y despidiendo a las mariposas
podría yo contigo
hablar.

Aunque estuvieras lejana
siempre en mi corazón
—Irekani—,
estarías.

¡Por Acha Kuerap’iri!
¡Pague Dios por poder un poco
abrazarte!

Jun Tiburcio (Veracruz - Totonaco)
Nitu ntanu
Kgawas, nitu ntuku lu sasti
nitu ntánu.
Wa ntuku ni takatsi,
Ka matsekg ´kgonit makgapitsin
Xlakata ka na kakgsgawimiyan.

Kgawas, nitu ntuku lu sasti
ni litsokgnat, ni li putlakganat
Ni lakchixkuwin, ni xtachuwinkan.
Xaw putlaw xalk katiyanti chu xalak xalak katalhman
Paks anta kilhtikanit tuku xalakg makgan

Kgawas, nitu ntuku lu sasti
Kmin kuxmun wi
Chatum chixku makgan skgalala

Nada nuevo
Niño, nada es nuevo,
nada es desconocido.
Lo que está oculto,
es que el hombre mismo
escondió para mentir.

Niño, nada es nuevo
Ni las letras, ni los números.
Ni los hombres ni sus idiomas.
Ni los carros ni los aviones.
Todos nacieron de lo antiguo.

Niño, nada es nuevo,
en ti se oculta
un hombre milenario

Margaret Randall (Inglés – EUA)
Corner of Latin America
La esquina de Latinoamérica
it’s called
where a weathered fence of rusted metal
cuts white sand, then disappears
into water that has no knowledge
of borders.

Metal recycled
from Vietnam-era tanks and planes,
gap-toothed and bearing improbable image
of cactus and skeleton.
Broken pilings, a division
that once was what: shabby, imposing,
makeshift or absurd bravado?

This corner of Latin America,
where lines on a map
translate to searchlights, guns,
pickup beds heavy with hunched men and women
caught, taken back to their point of origin
only to try again tomorrow
or next week.

La esquina de Latinoamérica
La esquina de Latinoamérica
llaman al sitio
donde una cerca desgastada de metal oxidado
corta la arena blanca, luego desaparece
dentro del agua que no sabe
de fronteras.

Metal reciclado
de tanques y aviones de la era de Vietnam,
desdentado y sosteniendo la imagen improbable
del cacto y el esqueleto.
Pilones rotos, una división
que alguna vez fue: ¿qué? ¿Andrajosa, imponente,
hechiza o bravata absurda?

Esta esquina de Latinoamérica,
donde las líneas de un mapa
son traducidas a faros, armas,
cajas de camioneta pesadas con hombres encorvados y mujeres
atrapadas, devueltos a su punto de origen
sólo para intentarlo de nuevo mañana
o la próxima semana.

Miguel Ángel Meza (Paraguay - Guaraní)
Nandipa
-oguévo ára.

Hypa ysyry,
hypáma mayma ysyry.
Yma ojoasapa, ochivi, oñehë, opopo
ha oje`ói.
Ogue pira`i,
ogue itaju pehëngue pira`i.
Yma ojykyiva`ekue y.
Hypa.
      Oguapýma ava ha oke.
      Tatatï iñakägui osë.

Ohecha ka`aguýre ysyrýicha
ava ojoasapárö yma.
Kau`y, tata, jeroky pyhare, takuapu.

Oñenóta ava ha omano.
Mavave ndohechái,
ndohechái mavave pe eíra iñe`ë
otykýva yvágui
ombokua ha oñotÿrö
mbyja yvyguýre.
Ogue ava.
Oguejy yvága.
Ojehe`a nandiha yvýre,
ñande yvýre.
Nandiha yvýre.

Vacío
-al apagarse el día.

Se secó el arroyo.
Se secaron todos los arroyos.
Antes se entrecruzaban, chorreaban, se derramaban, saltaban,
y se iban.
Se apagaron los pececillos.
Se apagaron los pececillos de escamas de oro
que las aguas, antes, engendraran.
Se secó.
      Ya se reclina el hombre a dormir.
      Humea su cabeza.

Y sueña que ve a su gente como antaño
entrecruzándose, tal el agua en los montes;
Y ve también el agua de la borrachera, fogatas,
danzas en la noche, tacuaras sonantes.

Va a acostarse el hombre a morir.
No ve nadie,
nadie ve que su palabra de miel,
goteando del cielo,
horada la tierra
para guardar en ella los luceros.
Se apagó el hombre.
El cielo descendió.
El vacío se mezcló a la tierra,
a nuestra tierra.
El vacío a la tierra.

(Traducido con Carlos Villagra Marsal y Jacobo A. Rausquin)
Natalia Toledo Paz (Diidxazá/Zapoteco – Oaxaca)
Riete nala’dxe’
Ridá nisa ruá’

ñacaladxe’ nixupé’ bladu’ ra ridxá ca ni

rutiee neu ca xlari lú’

ra biree xa be’ñe’ dxa banduí’

ruluí’ dxiña gúca’ guie guidiladi

nganga didilaaga guriá yoo xti’ ca dxi gúca’ badu huiini’.

Recuerdo
Siento una necesidad de lamer

la paleta de colores

donde salió ese lagarto lamoso

costra de caramelo

que atravesaba las paredes

de mi infancia.

Odi Gonzales Jiménez (Quechua – Perú)
Umantuu
maytaña riqtiykipas, k’uychi
      /sirina
sillwi tinyachaykiwan qan
chaninta waqyaripay
k’ita pureq almayta
uri manchali
salqay salqay erqe
t’anpa chukchan kaq
rutusqankumanta pacha

kutichimuy takiq challwa
      /sipas
waqtaykita waqyapayaspa

hunt’a ñuñuykitamanta lluy
phoqchirimuq q’ata
      /ñuqñuykita
qhawa qhawaychispa

mypiña tupaspaykipas, rit’iy rit’iy
mana rikhuriq phuyuq t’ikan
      /qoya
qtirimuy q’osti
ch’usaq phuyuman t’inkisqa
ayqeq almayta

ñawpachimuy yaw mana puñuq
siwiq warmi, chakinpamuy
ch’ayñakunaq ñanninman
qhatakunaq patanman

maytaña chayaqtiykipas lluy pureq
wayray wayray qoya
tusuq wayra qoto

pusarimuy chinkaq almayta
aysarimuy chakinpamanta sichus
mana hamuyta munaqtinqa
kay khutu waqsi
aya hayt’ayman

Umantuu
dondequiera que vayas, sirena
del arco iris, llamadle
con tu tamborcillo tenaz
a mi alma que vaga
      /de susto
silente, cerril
desde su primer corte
      /de cabello

atraedle pez-diva
con engaños y mimos

mostrándole perversa
tus rebasantes senos
de turbia leche

dondequiera que te topes, invisible
flor de la niebla
arread a mi ánima que huye
con su asma y sus ejércitos
      /imaginarios

encaminadle ya, silbadora
      /insomne
por el jirón de los jilgueros
      /por la senda
de los despeñaderos

dondequiera que llegues, errante
ninfa de los vendavales,
comparsa de aire puro

conducid a mi alma extraviada
traedlo a rastras si no quiere
      /venir
a este mi lecho de moribundo

(De: Tunupa/El libro de las sirenas. Perú, 2004)
Susy Delgado (Guaraní – Paraguay)
Purahéi tavy
sapy'ánte oúva...
Ñaimo'a ku hi'otïva,
naimandu'apáiva
he'ívaeräre,
itavy nungáva,
no ñe'e kuaáiva.
Ñaimo'ä hasengymíva,
ha katu osoro
sapy'a py'a
purahéicha
Canción atontada
que a veces me llega...
Pareciera avergonzarse
y no recordar muy bien
lo que debiera decir,
medio entorpecida,
sin saber hablar.
Pareciera sollozar,
y estalla, de pronto
una que otra vez
como una canción.